- no encuentro mi voz, no ¡encuentro mi voz!, no encuentro mi voz, no encuentro!mi voz, no encuentro mi voz no encuentro, mi voz no encuentro mi voz: no encuentro mi voz no encuentro- mi voz y yo sólosomos un cuadro colgado que grita. - dice maria antonieta, alter ego de la libidinidad
Acto seguido algún ser relata un melodrama para vengarse:
Hubo una vez una familia que te reprochó haber perdido la inocencia, en una caja que no recordás haber dejado y vos me dijiste que eras una víctima con bordes rectos atascada en un laberinto de constelaciones mentales.
Yo siento que no te dejás ir a buscar que te escondés en un ápice ególatra y tu existencia se propaga en: tan profunda tan aburrida tan callada tan invierno y pensar que antes eras una dama suave, blanda toda una antigua "damme" una joya azul perifrástica
actualmente, negás tus ataques de pánico te estirás los vestidos y te comés los collares
mientras las convulsiones te incolorany otros síntomas te van borrando.